Es irreal esperar equipos de trabajo con conflicto cero. Donde hay vida hay coexistencia y donde hay coexistencia hay conflicto. Esto es válido a nivel celular y lo sigue siendo para una galaxia. Los equipos de trabajo no son menos. Lo que si podemos es cuantificar el coste de gestionar ese conflicto y buscar modelos para ser más rentables.
En primer lugar, debemos diferenciar entre conflictos en relación con ideas y conflictos interpersonales y la forma como la dirección de la empresa y del equipo los enfrenta. Los primeros deben ser promovidos como parte esencial para el crecimiento del equipo y la innovación en el grupo. Los segundos deben ser desincentivados y tratados rápidamente.
Veamos un ejemplo: con la pandemia el teletrabajo se ha popularizado, y estamos viendo como surgen modelos híbridos, que ayudan a la conciliación y a la vez a la productividad.Intereses e ideas divergentes en relación con cómo organizar el trabajo están generando conflicto. Es importante promover esta discusión. A la vez surgen otros conflictos, porque dentro de un equipo no todos los puestos tienen la misma posibilidad de adaptación a estas nuevas fórmulas y aparecen las molestias, envidias y suspicacias. Este tipo de disputa es negativa y afecta directamente a la productividad del equipo.
El Mediation Training Institute ha desarrollado una calculadora de gasto en gestión del conflicto. En una empresa con 5 directivos y un salario de 35.000 euros anuales para cada uno de ellos, el gasto estimado en gestión del conflicto es de 26.250 euros anuales. La hipótesis es que cada directivo emplea alrededor del 15% de su tiempo en los conflictos personales que los empleados les traen. Son 6 horas a la semana de media. Este dato apenas ha cambiado desde los años años 90, de acuerdo con algunosestudios realizados. Dependiendo del sector, el porcentaje se dispara hasta el 30% del tiempo.
Los ejemplos de situaciones de conflicto que terminan en la mesa del directivo y que en general se repiten una y otra vez son múltiples: horarios, material, prioridades en compras, en comunicación, en la atención que se presta al cliente, en la forma, tiempo y fondo como unos miembros del equipo se dirigen a los otros y así un largo etcétera.
Proporcionar herramientas al equipo para encarar de forma diferente y para resolver por si mismo el conflicto libera gran parte del tiempo del directivo. Y eso se traduce directamente en dinero para la empresa y en un aumento en la productividad. Reducir la conflictividad en un 30% significa un ahorro anual de 7.875 euros en el caso que estamos contemplando.Y el ahorro es mucho mayor por el coste que supone tener que reemplazar a un trabajador en caso de que el conflicto escale y se vuelva inmanejable.
La experiencia en iustizConflictSolutions nos enseña que actuación multidisciplinar es casi siempre el método que aporta soluciones más rentables y sostenibles. Herramientas de la psicología como la PNL o el Eneagrama aplicadas a los equipos de trabajo preparan el terreno para que una mediación pueda ser conducida con mayor facilidad y éxito. Y la combinación de estas actuaciones dota al equipo de herramientas para gestionar situaciones difíciles en el futuro, disminuyendo la fricción del sistema, elevando la productividad y aumentando las oportunidades de innovación y mejora continua.
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